La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción es el primer documento vinculante en la lucha contra la corrupción y constituye un mecanismo único para combatir este problema en todo el mundo.
La actual convención vigente de 2005, con su organismo de custodio UNODC, cubre cuatro áreas principales: prevención, medidas punitivas, aplicación de la ley, cooperación internacional y la recuperación de activos.
La convención también contiene disposiciones sobre asistencia técnica e intercambio de información. En la conferencia de los estados participantes en 2009, estableció un mecanismo de revisión entre los estados.
Actualmente participan 164 países. Esa es una gran mayoría de los Estados miembros de la ONU que se han sumado a la lucha.
Cabe destacar que la Convención es la única herramienta mundial contra la corrupción que contiene normas innovadoras que son aceptadas en todo el mundo y que pueden aplicarse tanto al sector público como al privado.